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Siempre que exista una unión libre, ya sea mediante matrimonio formal o concubinato, en Bolivia existirán los bienes gananciales o la comunidad de gananciales. Estos bienes representan todo lo que estas dos personas adquieren o producen mientras están unidas, y de acuerdo a la ley boliviana, pertenecen por igual a ambos esposos o concubinos. 

Los bienes gananciales en Bolivia son el conjunto de bienes y obligaciones que se crean durante el matrimonio o concubinato y pertenecen en partes iguales (50%) a cada esposo o concubino. Los bienes propios son la contraparte de los bienes gananciales y se crean antes o después de esta unión.

A continuación, te contaremos todos los detalles sobre los bienes gananciales, cuál es su funcionamiento, cuáles son sus riesgos, normas, y conflictos, así como la forma de evitar estos graves conflictos entre esposo y esposa cuando quieren repartirse los bienes que han creado en su matrimonio en un eventual divorcio separación. 

¿Qué son los bienes gananciales en Bolivia?

La comunidad de gananciales o bienes gananciales en Bolivia son todos los bienes y deudas creados durante el matrimonio o concubinato, los cuales nacen desde el momento en que aparece esta unión conyugal y terminan cuando finaliza ésta.

Los bienes gananciales pueden ser bienes muebles e inmuebles, y están totalmente diferenciados de los bienes propios los cuales no han sido creados durante la unión, sino antes o después.

¿Para qué sirven los bienes gananciales?

Los bienes gananciales han sido creados en el marco jurídico boliviano, así como en el de otros países, para dar equidad e igualdad en la repartición y tenencia de bienes durante un matrimonio o concubinato.

La justicia en Bolivia toma en cuenta al esposo y la esposa como una sola persona jurídica, y por tanto, los bienes que se crean dentro de esta unión les pertenecen a ambos por igual, esto para atender al principio de equidad e igualdad en el matrimonio. 

Al margen de que un esposo haya aportado más o menos en esta unión, ambos son dueños del 50% en partes iguales de los bienes y deudas que tenga el matrimonio o concubinato.

Advertencia: Evitando conflictos por bienes gananciales

Para evitar conflictos por bienes gananciales durante la unión y en un posible divorcio, se debe especificar qué bienes son propios de cada cónyuge en el acta de matrimonio. Está es de lejos la principal precaución a seguir en relación a este tema.

Adjuntar con el acta de matrimonio una declaración de los bienes propios el cual indique qué bienes pertenecen a cada cónyuge en ese momento, antes de empezar con la unión.

Además existen otras precauciones adicionales:

  1. Cuando se compra durante el matrimonio dejar en claro en el documento que se compra con bienes propios, si es así, y también obtener el consentimiento del otro cónyuge en todas las transacciones con bienes propios.
  2. Forzar la división y partición de bienes gananciales con toda la prueba correspondiente durante el proceso de divorcio y evitar que vaya proceso judicial, que puede tardar de 3 a 10 años. Siempre es posible forzar la división y partición durante el divorcio si se tienen todas las pruebas necesarias, el juez debe pronunciarse, es su obligación.
  3. En algunos casos el proceso judicial es la mejor opción. Ésto por falta de pruebas, divisiones y particiones muy complicadas, ocultamiento de bienes etcétera, en estos casos se podría plantear la partición y división por vía judicial. Tener en cuenta que si una de las partes tiene pruebas suficientes y quiere realizar la división y partición durante el divorcio, el juez no podrá evitar esto.

Toma en cuenta que en Bolivia no es posible realizar matrimonios con separación de bienes durante el matrimonio. Sino solo con separación de bienes antes de éste, especificados en el acta de matrimonio.

Etapas de los bienes gananciales en una unión

  1. Antes del matrimonio
  2. Durante el matrimonio
  3. Durante el proceso de divorcio
  4. Finalizado el proceso de divorcio

1) Antes del matrimonio

Antes del matrimonio o concubinario solo existen los bienes propios, los cuales pertenecen a cada prometido por separado. Tanto el futuro esposo como la esposa tienen sus propios bienes y estos les pertenecen siempre solo a ellos a pesar de que creen nuevos bienes durante el matrimonio. 

Pero se debe hacer la constancia de los bienes propios. Aunque no es costumbre en Bolivia durante esta etapa, lo mejor es realizar un inventario de bienes propios para cada prometido y dejar en claro con qué bienes propios entran tanto futuro esposo como esposa al matrimonio en el acta de matrimonio.

2) Durante el matrimonio

Durante esta etapa, ya sea matrimonio o concubinato, se crean los bienes gananciales o comunes del matrimonio. Todo bien, deuda o responsabilidad que se cree mientras existe el matrimonio o concubinato pertenece por igual a ambos esposos (50% 50%) y es parte de los bienes gananciales.

Al margen de que un cónyuge tenga más bienes que el otro al entrar al matrimonio o unión libre, los bienes gananciales se constituyen sólo con los bienes que son creados dentro del matrimonio.

Los bienes propios de cada esposo que eran propios antes del matrimonio siguen siendo propios durante el matrimonio y no pasan a ser parte de los bienes gananciales.

Hay que tomar en cuenta que no importa que un cónyuge no haya aportado nada para la creación de los bienes gananciales y el otro el 100%, estos bienes gananciales pertenecen al 50% a cada esposo y se reparten por igual durante un eventual divorcio.

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3) Durante el proceso de divorcio

Una vez termina la relación conyugal, los ex esposos deben repartirse los bienes gananciales de la comunidad de gananciales en partes iguales, 50% y 50%. Los bienes propios (propios antes del matrimonio) seguirán siendo propios durante el divorcio. 

En el proceso de divorcio solo sé reparten y dividen los bienes gananciales creados durante la unión.

Está división y partición se realiza en un juicio extraordinario de divorcio que dura de 1 a 6 meses. Esta es en casi todos los casos la mejor opción, pero si no es posible en esta etapa, entonces se pasa un juicio ordinario que puede durar de 3 a 10 años para lograr la repartición de bienes gananciales.

Hay matrimonios que están separados durante mucho tiempo y que no tienen un proyecto de vida común, pero ante la ley aún figuran como esposos mediante el matrimonio legal. Para diferenciar los bienes propios de los gananciales en este caso se debe tomar en cuenta lo siguiente:

La ley indica que los bienes gananciales sólo se crean hasta el momento en que los esposos o concubinos se separan de forma física y/o terminan su proyecto conjunto de vida.

4) Después del divorcio

Todos los bienes que se crean después del matrimonio o concubinato, cuando los ex esposos ya no tienen un proyecto de vida en común y/o no viven de forma conjunta, vuelven a ser bienes propios que pertenecen solo a cada exesposo.

En cuanto a la división y partición de bienes, si todo está en orden y existen pruebas documentales, esta división se realiza durante el proceso de divorcio (es un juicio extraordinario), pero si no es así, se llega a un juicio ordinario que puede durar de 3 a 10 años, como dijimos antes. 

Este juicio es complejo y costoso de seguir y en muchas ocasiones puede llegar a un proceso de remate ordenado por el juez para repartir de forma equitativa los bienes de la comunidad ganancial.

Siempre que sea posible se debería lograr la división y partición de bienes gananciales durante el proceso de divorcio y no en un juicio ordinario posterior.

Características de los bienes gananciales en Bolivia

A continuación te mostramos los principales detalles en cuanto a las características de los bienes gananciales en Bolivia.

Los bienes propios

Los bienes propios son todos los bienes que tanto el esposo como la esposa tienen hasta el momento en que se celebra el matrimonio.

Los bienes propios y que se mantienen como propios durante el matrimonio son:

  • Los bienes que cada uno de los cónyuges tienen antes del nacimiento del matrimonio.
  • Todos los bienes que se reciben mediante herencia, legado o donación o anticipo de legítima.
  • Los bienes que se adquirieron antes del matrimonio, pero que no se logró la propiedad de estos a causa de procesos legales que concluyeron durante el matrimonio.
  • Los bienes que se adquieren por usucapión pero la posesión de estos bienes empezó antes del matrimonio.
  • Con contratos de adquisición de bienes de condición suspensiva y resolutoria.
  • Los bienes que se recobraron a causa de contratos nulos de transferencia antes del matrimonio.
  • El dinero que se recibe a causa de donaciones por servicios prestados antes del matrimonio.
  • Los bienes que se compran durante el matrimonio, pero con dinero propio o que salga de la venta de bienes propios.
  • Las indemnizaciones por la pérdida de bienes que son propios.
  • El dinero procedente de rentas de vejez, invalidez y rentas similares.
  • Todos los dineros procedentes de seguros personales que aseguran uno de los cónyuges se mantienen como un bien propio de éste.
  • Las separaciones y resarcimiento por daños personales a uno de los esposos.
  • Todos los derechos de propiedad intelectual son bienes propios en todo momento.
  • Todos los afectos personales, como diplomas, adornos, condecoraciones, retratos, etcétera.
  • Todos los instrumentos y herramientas necesarios para el ejercicio de una profesión u oficio de uno de los cónyuges. Estos deben ser compensados. Cuando estos bienes han sido adquiridos durante el matrimonio se mantienen como bienes propios en la división y partición pero deben ser compensados de acuerdo a su valor, ya que se adquirieron durante el matrimonio.
  • Todas las apreciaciones o subidas de valor en inversiones, acciones y valores consideradas propios antes del matrimonio. Estas apreciaciones o subidas de valor son también bienes propios.
  • Todas las apreciaciones de los inmuebles que eran propios antes del matrimonio, por ejemplo, un inmueble que valía la mitad antes del matrimonio, si este bien propio se vende durante la unión su incremento de valor sigue siendo un bien propio.

Los bienes propios se mantienen siendo propios durante el matrimonio, no entran a la comunidad ganancial.

También son bienes propios incluso en el matrimonio los que nacieron en conflictos legales antes del matrimonio, por ejemplo, un proceso judicial por parte del esposo que durante el matrimonio lo ganó pero ese proceso empezó antes del matrimonio, el bien que obtiene de este proceso es propio.

Todos los bienes que eran totalmente propios o parcialmente propios (a confirmarse durante el matrimonio) se mantienen y continuarán haciendo propios a pesar del matrimonio.

Si un bien se compra con dinero propio pero también con dinero de la comunidad de gananciales parte de este bien sigue siendo propio pero la parte o porcentaje que se compró con dinero de la comunidad ganancial sigue siendo parte del matrimonio.

Cuando durante el matrimonio se compra un bien con dinero propio debe hacerse constar o dejar constancia de que este bien se compró con dinero propio en la minuta de compraventa.

Cada esposo sobre sus propios bienes propios tiene libre administración y capacidad de decisión así como uso de acuerdo a su libre albedrío.

Los bienes propios durante el matrimonio no pueden ser donados de ninguna manera y sólo pueden ser dejados en anticipo de legítima.

Uno de los cónyuges no puede renunciar a una herencia o legado (bien propio) sin el consentimiento del otro cónyuge.

Los bienes gananciales

Los bienes gananciales empiezan a formarse justo en el momento en el que se celebra el matrimonio o concubinato y terminan su formación en el momento exacto en el que existe la separación (cuando el proyecto de vida y lugar de residencia de los cónyuges o concubinos empieza a ser distinta).

Los bienes gananciales o de comunidad ganancial son:

  • Todos los bienes adquiridos dentro de la unión matrimonial o libre.
  • Los adquiridos por el trabajo o negocio de cualquiera de los cónyuges.
  • Todos los frutos de los bienes de la comunidad ganancial, y también, propios de cada esposo.
  • Los ingresos por juegos de lotería y azar.
  • Los bienes qué se obtienen por su adjudicación del estado ej. títulos del INRA u otras secciones de propiedades agrarias.
  • Los bienes que se compran con el dinero de los bienes gananciales o bienes que pertenezcan a esta comunidad de gananciales, incluso si sólo uno de los cónyuges compra.
  • Las apreciaciones que surgen de bienes gananciales ej. Una casa que al pasar el tiempo aumenta de valor y pertenece a los bienes comunes, entonces, está apreciación también pertenece a los bienes comunes.
  • Los aumentos en el valor de los bienes propios de cualquier cosa que vengan de dinero o bienes de la comunidad ganancial.
  • Las construcciones hechas sobre bienes propios de un solo cónyuge, estás construcciones pertenecen a la comunidad ganancial.

Ante la ley una vez que surge al matrimonio se considera a estos 2 cónyuges o esposos como una sola persona, que trabaja para el bien de ambos integrantes. Se ve a esta relación como una unión de solidaridad y apoyo mutuo de alto grado.

Los bienes gananciales nacen del esfuerzo común

De acuerdo a la ley boliviana, los bienes comunes nacen del esfuerzo común. Si dos esposos ante la ley pero separados y con vidas y proyectos distintos no tienen espacio común, entonces, todos los bienes que salgan de ellos no serán bienes comunes sino bienes propios. Por eso, al margen de que ante la ley estén casados si no tienen un proyecto como y esfuerzo común, sus bienes son propios y no gananciales.

El esfuerzo común no espera que ambos cónyuges colaboren de forma igual para obtener los bienes gananciales, uno puede colaborar mucho menos que el otro y aún así tener derecho a los bienes gananciales, el único requisito es que exista alguna colaboración de ambos. 

Por ejemplo, muchos consideran que una ama de casa de un hombre rico puede colaborar casi nada en el éxito del matrimonio y los bienes gananciales, pero la ley boliviana considera que la aportación y los derechos sobre los bienes gananciales son iguales.

Las deudas también son propias y gananciales

Toda deuda que se crea durante el matrimonio o concubinato también pertenece a la comunidad de gananciales:

  • Las deudas contraídas antes del matrimonio se consideran deudas propias.
  • Las deudas contraídas durante el matrimonio por cualquiera de los dos cónyuges se consideran deudas comunes o gananciales.
  • Cada esposo debe pagar con sus bienes propios sus deudas propias.

La ley da la presunción de que toda la deuda común se utiliza para el bien de la unión conyugal y de la familia, a menos que se demuestre lo contrario. 

Por ejemplo, en el caso de un padre irresponsable que se prestó durante el matrimonio y utilizó este préstamo para sus propios fines sin beneficiar a la familia y el cónyuge, si el otro cónyuge demuestra esto, esta deuda podría aplicarse los bienes propios y considerarse una deuda propia.

De otra forma se asume que la deuda fue a beneficiar a la unión conyugal y a la familia, aún si el otro esposo no dió el visto bueno para la deuda, esta será una deuda común.

Todas las deudas derivadas de juegos de azar y de la lotería se cargan al cónyuge que las realizó y son deudas propias.

No se puede renunciar a los bienes y obligaciones gananciales, por ejemplo que después de 5 años un cónyuge le ceda su parte al otro, este acuerdo no es viable ante la ley y será anulado.

El concubinato tiene los mismos derechos que el matrimonio

El régimen de la comunidad de gananciales se aplica tanto a uniones matrimoniales legales, así como uniones libres o concubinatos.

La ley en Bolivia considera que desde el momento en que una persona vive con otra y demuestra ante la sociedad un proyecto de vida común, entonces aparece la unión, al margen de que esta sea concubinato o matrimonio. Por tanto, desde este momento se empiezan a crear los bienes gananciales.

No es necesario que haya un matrimonio formal para la aparición de los bienes gananciales, basta que dos personas tengan un proyecto de vida en común y/o vivan juntos mediante una unión libre.

La separación de bienes evita conflictos posteriores

Para evitar todo tipo de problemas durante el divorcio o en un juicio posterior que puede durar hasta 10 años, los mejor es siempre indicar de forma escrita en el acta de matrimonio un inventario de bienes propios en qué cuantía y cuáles de ellos pertenecen cada prometido antes de casarse.

Entonces en un eventual proceso de divorcio se utilizará este acta de matrimonio para determinar qué bienes eran propios antes del matrimonio, y por tanto, los bienes restantes son y deben ser solamente gananciales.

Cómo puedes ver, casarse mediante matrimonio formal te protege en el divorcio, ya que se especifica de forma escrita y legal cuáles eran tus bienes propios antes del casamiento.

El matrimonio con separación de bienes no existe en Bolivia

Como dijimos antes, la separación de bienes durante el matrimonio (matrimonio con separación de bienes) no existe en Bolivia. Lo que sí se puede hacer es dejar en claro una separación de bienes en el acta de matrimonio, justo antes de que aparezca está unión.

En otros países es común ver que durante un matrimonio si un esposo hace muchos bienes y el otro ningún bien, en el divorcio el esposo qué hizo muchos bienes se queda con estos y el otro con nada. En Bolivia esto no es así y en el divorcio los bienes gananciales se reparten al 50%.

Normativa de los bienes gananciales

La Constitución Política del Estado

La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, en el Art. 63 establece las bases legales del matrimonio.

El Código de Familia

El Código de Familia en el Art. 76 establece la comunidad de gananciales, además, este código da las regulaciones esenciales más importantes para los bienes gananciales. 

La Ley 603

La Ley 603 agiliza el proceso de divorcio y evita que los procesos lleguen a durar 5 años o 10 años. Con la Ley 603 el proceso de divorcio, además, incluyendo la división y partición de bienes link, puede incluso llegar a durar solamente 1 mes.

El Código Civil

El Código Civil tiene regulaciones en cuanto a la división y partición de bienes así como los procesos de remate judicial.

El Auto Supremo 470/2013, establece de forma clara qué es un bien ganancial.

¿Cómo resolver conflictos por bienes gananciales?

A continuación, te mostramos una serie de precauciones y estrategias detalladas para poder resolver conflictos que aparecen a causa de los bienes gananciales, ya sea durante o después del matrimonio.

  • Se debe especificar cuáles son bienes propios durante la celebración del matrimonio. La denominación y clasificación de los bienes propios y gananciales puede ser fuente de verdaderos conflictos en el divorcio, es mejor realizar esta separación al principio del matrimonio, y dejar constancia de que ciertos bienes se compraron con dinero propio en el matrimonio.
  • Siempre que se compre un bien durante el matrimonio, se debe dejar en claro, de forma escrita (en la minuta de compraventa), si este bien se compra con dinero propio o dinero de la unión conyugal.
  • Según las leyes oficiales de Bolivia todo bien adquirido dentro de un matrimonio es ganancial a menos que se pruebe lo contrario (presunción de comunidad). Esta demostración se hace mediante las constancias en los contratos así como de documentos legales que acrediten que un bien era propio antes del matrimonio o mediante la separación de bienes en el contrato de matrimonio.
  • En toda compra con bienes durante el matrimonio se debería también expresar el consentimiento de que éste se compra con dinero propio, consentimiento dado por el otro cónyuge. Este reconocimiento no afecta a terceros interesados, por ejemplo, dueños de derechos sobre gravámenes o hipotecas sobre una casa.
  • Se debe siempre tramitar la división y partición de bienes gananciales durante el divorcio y no en un juicio posterior. No es necesario consentimiento para esto, uno de los cónyuges puede plantearlo para que el juez de forma obligatoria resuelva esta división y no se llegue a la vía ordinaria que puede puede durar hasta 10 años. El esposo o esposa a punto de divorciarse puede plantear la división y partición link de bienes gananciales durante el proceso de divorcio y no después, esto es crítico para evitar largos procesos judiciales posteriores al margen de que la otra parte esté o no de acuerdo. Si ninguno de los dos cónyuges a punto de divorciarse no plantea la división y partición de bienes durante el proceso de divorcio, el juez no estará obligado a llevarlo adelante en este proceso, y por tanto, lo trasladará a un juicio ordinario que puede durar de 3 a 10 años.
  • Se debe aportar toda la prueba necesaria para que el juez solucione el conflicto de división y partición de bienes gananciales durante el divorcio y no solamente decir que hay bienes gananciales y no mostrar nada más, la prueba siempre debe ser presentada.
  • Si el proceso de división y partición puede ser muy complejo, y/o existe incapacidad de obtener las pruebas el proceso de división, son muchos bienes existe ocultamiento de bienes etcétera, se debería plantear la posibilidad el juicio ordinario para lograr la mejor sentencia Aunque su duración durará de 3 a 10 años.
  • Cada vez que se construye o mejora un bien propio con dinero de bienes gananciales debe dejarse en claro de forma formal y escrita, si es posible en un notario de fe pública, cuánto de este bien propio se ha mejorado con dinero o bienes de la comunidad ganancial.

Los bienes gananciales y el proceso de divorcio

A continuación, te mostramos todos los detalles de los bienes gananciales en su procesamiento, reconocimiento, división y partición durante el divorcio, un tema muy complejo y qué tiene muchos líos legales en general. 

Aunque verás un panorama general de este tema, lo mejor es que consultes con un abogado o especialista similar para ver todos los detalles que se aplican en tu caso.

Existen dos vías para plantear la división y partición de bienes:

  1. Durante el proceso de divorcio
  2. Mediante un juicio ordinario

El Proceso de divorcio se logra mediante juicios ordinarios que tienen duración de 1 a 6 meses en general. Mientras que un juicio ordinario puede durar de 3 hasta incluso 10 años.

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Lo mejor es realizar la división y partición de bienes gananciales durante el divorcio y no en un juicio posterior. Si se tienen todas las pruebas documentales de cómo están repartidos los bienes entre propios y gananciales, entonces lo mejor es realizar la división y partición durante el divorcio mediante las «Medidas Conexas y Accesorias al Divorcio».

Idealmente el reconocimiento de los bienes gananciales se debería arreglar durante el divorcio (mediante las medidas conexas y accesorias del divorcio) y no durante la ejecución de sentencia.

Las medidas conexas y accesorias en el divorcio

Estas medidas toman en cuenta varios puntos:

  1. La separación de los cónyuges
  2. La asistencia familiar
  3. La tenencia de hijos
  4. El reconocimiento de los bienes gananciales
  5. La división y partición link de los bienes gananciales

4) El reconocimiento de los bienes gananciales

El reconocimiento de los bienes gananciales es el acto en el que el juez en un proceso acelerado de divorcio reconoce que bienes son propios y qué bienes son gananciales, y por tanto, qué bienes deben repartirse al 50% entre ambos divorciados.

Cuándo existen las pruebas documentales (ej. El acta de matrimonio con la declaración de bienes propios, los actos de compraventa, traspaso, permuta link, etcétera, con indicación de su composición en cuanto a bienes gananciales y bienes propios utilizados) es posible fácilmente determinar cuáles son los bienes propios y cuáles los gananciales.

Si se tienen todas estas pruebas, entonces se puede pedir el reconocimiento de bienes gananciales durante el proceso de divorcio, una solución sencilla que se arreglará sí muchos más problemas. De otra forma, si existen muchos líos y no están estas pruebas, se procederá un juicio ordinario, en general, muy costoso, largo y difícil.

5) División y partición de bienes gananciales

La división y partición link de bienes gananciales también se puede llevar a cabo durante el proceso acelerado de divorcio y consiste en dividir y repartir de forma física y real los bienes gananciales reconocidos, para esto es necesario que ya se haya hecho el reconocimiento y que se haya determinado exactamente cuáles son bienes propios y cuáles gananciales.

Los que se están divorciando entrarán en acuerdos para que vienes dividirse para uno y para otro o si será necesario vender algunos bienes que no son divisibles para repartirse el restante al 50%.

Pero muchas veces esto no es posible, ya sea por bloqueos o conflictos que pone una de las partes o la falta de pruebas o la incapacidad para determinar cuales son bienes gananciales o propios. 

En este caso se irá un juicio ordinario que durará de 3 a 10 años qué será muy difícil de llevar y también costoso, de varios miles de dólares, en el cual mediante una sentencia judicial, se determinará cuáles son los bienes gananciales y cómo se los repartirá, usualmente mediante un remate judicial, el cual a menudo vende a precios regalados los bienes gananciales.

Por eso es siempre mejor reconocer dividir y partir los bienes gananciales durante el proceso de divorcio y no en un juicio ordinario, para evitar rematar los bienes, pagar juicios innecesarios y esperar un tiempo irrisorio para obtener estos bienes.

Muchas veces se da en que una de las partes podría tratar de retrasar el proceso planteando esta división y partición en un juicio ordinario, mucho cuidado con esto. (Art. 421 Código de Familia).

Conflictos que aparecen durante el divorcio y juicios ordinarios

Si no se resuelve de manera pronta la división y partición de bienes en el divorcio pueden surgir muchísimos conflictos en un juicio ordinario, que por sí mismo ya es conflictivo, como ya se sabe muy bien en Bolivia.

La división y partición de bienes gananciales en un juicio ordinario

El Artículo 421 del Código de Familia indica que se llevará a un juicio ordinario la división y partición de bienes siempre que éste no se logre durante el proceso de divorcio. Este artículo da la posibilidad de utilizar estas 2 vías (el proceso extraordinario de divorcio y el juicio ordinario) aunque una es muy beneficiosa para los litigantes pero la otra puede ser un proceso muy difícil y largo.

Estos juicios son terribles, pueden durar de 3 a 10 años y costar miles de dólares en los cuales habrá todo tipo de situaciones y conflictos poco éticos. Lo mejor es casi siempre que busques la división y partición durante el divorcio.

Por ejemplo, una de las partes podría tratar de utilizar la vía ordinaria para retrasar el proceso y de esta forma seguir gozando de los bienes gananciales, mucho ojo con esto.

A veces es necesario el juicio ordinario, ya que pueden existir problemas tanto emocionales como psicológicos de una de las partes para no realizar la división y partición de bienes durante el divorcio, también por ocultamiento de bienes, o no saber cuáles son los bienes gananciales, en estos casos puede ser necesaria la vía ordinaria como última medida.

O también si es muy difícil la aportación de pruebas, si son bastante bienes y el proceso de división y partición puede ser muy complejo, a veces en estos casos la mejor solución es ir por vía ordinaria.

Otros detalles

El derecho de los cónyuges o ex esposos a los bienes gananciales no prescribe entre los divorciados, pero este derecho no es válido y oponible ante terceros, por ejemplo, a través de una usucapión ejercida por un tercero.

Para lograr conseguir toda la prueba de la masa de los bienes gananciales y cómo será la división y partición se debería utilizar los tres meses del proceso extraordinario del divorcio y no renunciar a este plazo. 

Si no hay acuerdo en cuanto a cuáles son los bienes gananciales, el juez decidirá la división y partición.

El principio dispositivo de las partes indica que esposo y esposa deciden qué es lo que se va a solucionar en el proceso de divorcio, puede ser sólo el divorcio o también además, asistencia familiar, etcétera, incluyendo el reconocimiento y la división y partición de bienes gananciales.

División y partición práctica mediante conciliación o remate

Para la división y partición de bienes gananciales se lleva a cabo una audiencia de conciliación.

Si no se llega a un acuerdo en la división y partición durante la audiencia de conciliación el Código de Familia (Ley 603) no establece otro paso a seguir, entonces y por defecto, se va al código civil, que para estos casos indica la subasta y remate.

Para acordar la división y partición práctica (física) existen 2 mecanismos:

  1. Audiencia de conciliación
  2. Proceso de subasta y remate

Se debe llegar en lo posible un acuerdo entre los que se están divorciando acerca de cómo se realizará la división y partición práctica de los bienes para que no se tenga que ir de otra forma a un remate en el cual se perderán una gran cantidad de valor de los bienes gananciales.

Llegar a un acuerdo antes de ejecutar un proceso de remate siempre será la mejor salida para ambos ex esposos en proceso de divorcio, ya que el remate les quitará gran parte de su valor en bienes gananciales.

Los remates también conllevan gastos con la publicidad del bien en remate, la contratación de martilleros y muchos otros, ya que es un proceso civil, y no tiene la ventaja de estar en el código de familia.

La conciliación extrajudicial no está implementada en las leyes de Bolivia aunque sí la judicial, que se realiza en las defensorías de la niñez y las oficinas de los ministerios de justicia.

Conclusiones:

En esta guía dedicada a los bienes gananciales aprendiste que éstos son todos los bienes y obligaciones que se adquieren mientras dos personas están unidas mediante concubinato o matrimonio. Pudiste ver que los bienes propios son todos los que se crean antes y después de esta unión, mientras que los bienes gananciales son los que se crean justamente durante esta unión.

Conociste además que para evitar conflictos graves durante el divorcio separación en cuanto a la repartición de los bienes gananciales lo mejor es indicar cuáles son los bienes propios en el acta de matrimonio. Otra medida importante es que ante cualquier compra de un bien o uso de un dinero propio se debe hacer constar en el acta de compraventa qué parte de esta compra se realiza con bienes propios y/o gananciales.

También pudiste ver que lo mejor es realizar el reconocimiento división y partición de los bienes gananciales durante el proceso extraordinario de divorcio un juicio que dura de 1 a 6 meses, mediante las medidas conexas y accesorias, y no realizar esta división y partición en un juicio ordinario que puede ser muy costoso, conflictivo y durar de 3 a 10 años.

Además conociste el funcionamiento detallado de los bienes gananciales y cuáles son propios y cuáles son gananciales, cuál es su normativa regida por la Ley 601 y el Código de Familia, y además, que para tu caso específico siempre debes consultar a un especialista en derecho que te guíe en un eventual matrimonio o proceso de divorcio.

Esperamos que esta información te haya servido, y si quieres saber más sobre el proceso de división y partición en Bolivia visita nuestra guía detallada en el siguiente enlace: La división y partición en Bolivia, todos los detalles link.

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